martes, 25 de diciembre de 2007

El Futuro


Sacad vuestras conclusiones. Yo, de momento, me quito el sombrero con este poema de Roberto Appratto...No puedo hacer otra cosa....


El futuro.
El futuro está aquí.
El futuro nos gobierna.
El futuro nos dice algo indeterminado.
El futuro está también allá, a lo lejos.

El futuro tiene un aura particular.
El futuro pasa por la palabra futuro.
El futuro se oscurece a medida que avanza,

El futuro hace silencio para que pensemos en él.
El futuro parace compuesto de partículas invisibles.
El futuro se presenta así:
el futuro habla con una voz cósmica, muy delicada.

El futuro es una zona extraña, imaginaria, porosa.
El futuro, cuando pensamos en él, nos saca el aire.
El futuro es un tiempo en que las ilusiones,
los deseos, son idiomas.

El futuro, a veces, entra en la filosofía.
El futuro quiere decir algo en forma de símbolo.
El futuro.

El futuro tiene un aire cinematográfico,
de paisaje desolado al atardecer.
El futuro es una sola frase, una sola imagen,
vistas desde acá.

El futuro es una dispersión de palabras, pocas,
en la página.
El futuro está animado por un zumbido,
El futuro no es exactamente eso o bien.

El futuro deja de ser futuro cuando
se dramatiza, es decir, si no pensamos en
el futuro como un armónico del presente
o una serie borrosa en que
el futuro se conecta con escenas falsas,
del amor o luminosas, donde
el futuro se aclararía como una
profundización del pasado ignorada por
el futuro, sino en el futuro como un campo magnético que atrae
las miradas sobre el futuro, que se mantiene aparte,
un viento en la altura:
el futuro no se deja relatar, por eso mismo
el futuro piensa por nosotros desde la penunbra más
absoluta.



Levemente Ondulado, de ROBERTO APPRATO

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