lunes, 16 de junio de 2008

No me ofrezcas otro trato


No me ofrezcas otro trato.
No me regales una ofrenda:
sella mis labios sin labios,
con moneda o sin ella.

Teje de madrugadas
un archipiélago de cielos enrejados,
vete y asomate al abismo
del sol y la sombra encadenada
que se quedó en mis costados.

Cruje la escarcha y la nieve dormida,
al paso lento y sinuoso,
como rompían las sábanas que serpeaban
entre tu cintura y la mía.

Se acuesta el caballo de la aurora,
y la virgen de la bata de cola,
ruedan las manos sobre otras manos,
y yo, perdido, ya no reconozco las mías.

Muge el campo elevado,
se parte la hierba blanda y áspera,
se levanta la poderosa fuerza de la naturaleza,
sella, ahora, mi boca, niña.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probably I can say with this blog make, more some interesting topics.

Anónimo dijo...

Javier

Unos versos de amor genialmente bellos, los subo para que sean leídos
Un abrazo poeta
Stella