miércoles, 18 de junio de 2008

Tu tristeza. A tu lado. Homenaje.


"Un mes de mayo, un mes de abril, no sé que tren perdí. No sé qué tren fue el que perdí. No te supe hacer feliz pero estas cosas son así. Luego llegó la despedida. Luego pregunté por qué me dejas....Ella contestó....Por tu tristeza", Enrique Urquijo.

Un mes que creíste tuyo arrogándotelo.También tu vida al limitarlo. No la poseemos, la etiquetamos por un tiempo. Le ponemos nuestro pequeño sello de cartón. Y nos preguntamos esta y aquella cosa. Y a veces no damos con la respuesta. Y sí con personas que llegan a cubrirnos partes de nuestras dudas. No todas. También aquellas que nos llenan de dudas. Y entonces hablamos de la soledad y de la tristeza, porque como decías no sé hacer canciones felices. Yo tampoco. Las canciones tristes siempre son las más profundas porque tienen mucho que decir. Algo de razón tienes. Tú tenías tu razón y es curioso cómo uno se acerca a esas letras...Cerca, lejos, Cerca, lejos, Cerca, lejos. Más cerca, Más lejos. Hasta siempre.

Me gusta perder la voz entre otras voces
y que se me oiga aunque tú no lo sepas
y luego me veas dormido en los coches.
También me drogué comprando promesas,
y en los bancos fríos, en sus costados de plomo y hierro macizo.

Apenas tuve que blindar mi puerta
y levantarme por la mañana
para darme cuenta de que ya nunca estabas.
Tener tu cuerpo caliente y tus calientes manos,
abrasarme al tacto, caerme en la profundidad de tus ojos,
y ser atravesados por ellos: resucitar, volar y hacerse uno libre.
Perderse entre la gente y sentirse especial.

Tantas, tantas cosas que no volverán
y se irán con mis cenizas,
que debo decir que rompí todos mis poemas.
Los de tristeza, los de penas, los de abandono,
aquellos en los que dos almas estaban juntas,
se separaban, y se volvían a reunir también entre las hojas secas
de un parque olvidado. Como un sueño roto cosido con los alfileres que nos alejaban.

Desde hoy algo ha empezado.
Algo que se retuerce entre las miradas que se cruzan.
Miradas impersonales, de gente que se conoce solo por sus locos vestidos locos.
Llenos de colores, de sin sabores.
Es tiempo de revisarnos, de examinarnos, y de compartir sueños.
Pero a tu lado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

UN POEMA MÁGICO AMIGO.
Silvio Rodrigueto

Anónimo dijo...

Silvio dice de este poema que es mágico...debe tener toda la razón cuando se lee :
"También me drogué comprando promesas,
y en los bancos fríos, en sus costados de plomo y hierro macizo".

Pascual López Sánchez

Anónimo dijo...

Creo querido poeta que comprando promesas todos nos drogamos...bellos versos, ojalá y esas promesas con las que se sueñan fuesen siempre realidad viva
Un abrazo, Stella