jueves, 13 de marzo de 2008

Enséñame


Me gusta mirarte.
Más aún que me mires.
Y pedirte que me enseñes
sin haber separado
cada labio de mi boca.

Que me enseñes a caminar.
Y aunque sé,
cuando lo intentes,
quedaré mudo
para intentar encontrar
de nuevo mi inocencia.

Para intentar sorprenderme.
Uno, dos tres; otro paso.
Uno dos, tres; lo he vuelto a conseguir.
Me miras y eso me reconforta.

Sé que lo hago bien,
acaso tanto por cuanto
se entrecortan tus suspiros.
Iniciame en la vida, en los sueños,
en lo que tu creas conveniente.
A renacer tal vez.
A amar, acaso.

Pero cuando llegues,
pronta y sincera,
tal vez despistada,
como pasando por una acera
que no nos puso en el mismo camino,
tiéndeme una mano,
y no me sueltes.

Sólo te pediré, aunque no me oigas,
que me enseñes, entonces,
a no odiar el amor
al menos tanto como amo el odio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

LEO TU POEMA Y CREO QUE ES LA PRIMERA VEZ.
ESPERO VERTE DE NUEVO Y VOLVER A DISFRUTAR DE TUS VERSOS.

Un abrazo, poeta.

Simon Abadia

Anónimo dijo...

Javier...Espero que te enseñe solo a amar, y ha hacerlo en plenitud , si caminais juntos la vida os parecerá distinta, mucho más hermosa
Me ha gustado leerte
Un abrazo Stella

Anónimo dijo...

Sencillamente preciosa... me has dejado sin palabras. Es increible cuantas cosas se pueden expresar en unos pocos versos...

Un besazo richis. Nunca dejes de escribir!!!