lunes, 1 de septiembre de 2008

No maten al violinista


No maten al violinista que compuso la noche
de los cristales rotos,
aquel que dejó sus letras ahogadas
en un trozo de papel que tú recogiste.
Ponía algo así de doble corchetes, de rosas negras, algo así...
Son algunas letras que recuerdo
después de haber pasado toda la noche robando miradas ajenas,
apuñalando sonrisas, comprando un cuerpo que solamente
estaba en alquiler,
probándome a mi mismo...
Todo para saber cuál era mi fin...
Y en los bares te dije también algo así como que nos veremos.
No lo dije con mucha convicción,
pero en mis labios aquellas palabras sonaron firmes, llanas,
sinceras, redondas...
Y todavía creo que te debo una copa,
por cuando me cruzo contigo en la calle haciéndome el despistado,
por cuanto todavía espero en el banco de enfrente de tu trabajo,
a que tu bajes el acordeón metálico
y me digas todavía, ¿nos vamos?...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Poeta, me gusto mucho, me llevo lento al final pro con gusto y me quede con ganas de mas, de seguir leyendo

Un placer haberlo leido

Un abrazo, Monica

Bismark Estrada dijo...

Javier:

Me gustan mucho las imagenes...

Pero el final esta perfecto...

Me gusto mucho...

Saludos

Bismark