sábado, 17 de enero de 2009

Viene la estupidez


¿Qué hay del silencio? Manoseado. El mejor es aquel en que uno permanece sentado como si le hubiera dado una bajada de azúcar. Me refiero a cuando uno se levanta de golpe y una manada de hormigas brota marchando en fila india para conseguir comida. Nunca uses el silencio: el silencio no es un arma. Es un estado de volatilidad de la persona. Una gran guerra de golpes donde la persona solamente pone sobre la mesa de juego un cuerpo entumecido anteriormente golpeado. Llega de pronto, aparece y muere en los labios ajenos. Nunca en los propios. Si no tienes nada mejor que decir que el silencio, entonces permanece callado. Sella tu boca menguante. Y entonces comienza a hablar de cosas que nunca te han importado. De todas formas, prefiero que si no puedes aceptar mi gran bocaza me odies diariamente. Nunca te plantaré batalla...

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