viernes, 23 de enero de 2009

Vistiendo la jodida locura


A remojar:
Todo puesto en su propio orden
Y ganándose su yo. Su alter ego.
Su propio desorden civilizado.
Los chicos de la calle sienten esa vida
Puesta en cada escaparate,
Como cuartillas buzoneadas en los parabrisas de los coches.
Es una vida llena de cosas de colores:
Sin color. De tonalidades diferentes que todos pensamos
Que apreciamos.
Un quehacer donde el corazón se pone en la garganta
A la mínima de cambio. Un demoledor taquillazo.
Saquemos el talonario y paguemos esta vida.
Lanza un giro, otros dirán que es a cobro revertido.

-¡Mira chico! Hoy podemos corrernos una gran juerga.
Pero, madre mía, nunca había visto algo tan bueno.

No hay razones para no verla como ellos la ven.
En el fondo todos somos chicos de la calle
Venidos a más en cierta manera.
Las ciudades están blindadas:
A más gente, menos corazón.
Y solamente aquellos que tienen su cuerpo
Rodeados de otros cuerpos
Claman la suciedad por la impersonalidad de las personas.
Hemos asimilado una cierta locura ajena como propia.
Pero es una locura que queramos que se vea
Y entonces los verdaderos locos siguen estando
Al otro lado de la zanja. Nada ha cambiado:
Queremos mantear la nueva forma de pensar.

-Somos un número más, asúmelo, -dice uno.
-Ya, comprendo. Comprendo. Lo entiendo perfectamente.

No hay que entender nada. Ellos no deberían entender nada.
Si todavía te queda algo de locura,
Deja que alguien te zarandee y te empuje.
Quizá veas tu cuerpo moverse.
Tal vez, se te empezarán a caerse los objetos
Que no necesitas.
Y solo entonces puedas levantarte y escribir algo bueno.
De lo contrario, saca tus manos de los bolsillos
Y disponte a hacer caja.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Denuncia, protesta, en cualquier caso, Javier, convulsivo. No hace falta escribir algo bueno, irá a parar al mismo cubo de basura que todo lo demás, pero intentarlo desentumece la neurona, supongo. Transitado con inquietud tu poema, ya sólo me resta saludarte y decirte, hasta otro.

Sagrario.

Anónimo dijo...

Es una vida llena de cosas de colores:
Sin color. De tonalidades diferentes que todos pensamos
Que apreciamos.

DEJO MI HUELLA
AQUÍ,
O ALLÍ!!!
EN EL POEMA...


Estrella Roa