viernes, 3 de octubre de 2008

Suma un asiento al deber


Por ti, por mi, por nadie.
Subamos las copas y brindemos con los vasos vacíos.
Tira la botella al mar,
o entre una alcantarilla y una ratonera por esquinazo,
a ver si termina de caer esta dichosa luna rota,
que no es de nadie
y es de todos a la vez.

Por un billete de 20 que encontré entre dos coches
y hoy es tan sólo un recuerdo que olvidar.
Apréndete la vida,
o, mejor dicho, las leyes de esta vida.
Ajústale las cuentas
si ella no lo hizo ya contigo.

Dale algo a ese que pide tirado entre dos esquinas
y siempre bordeas otra calle
para no fijarte en tus ropas almidonadas y recién compradas.
¿Sientes vergüenza?
Quizá eres otra escoria más.

Pero no te sientas culpable,
siempre tendrás razones para culpar a esta mierda de sociedad.
Eres un producto de ella.
Uno aprende a desimantarse poco a poco de la gente,
a sellar pactos rápido, a acordarlos y no cumplirlos,
en definitiva, amigo, a alimentar los sentimientos con bebida.
Alcohol de las urbes que no es alcohol.
¿Los sigues sintiendo?¿Por qué te preguntaba, verdad?
Este sistema....

Pues eso, deja de ser un ignorante por un instante
cuando des un paso más,
y sigue mirando a la vida de frente,
como la gran caja registradora que es....

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