miércoles, 22 de octubre de 2008

Tragaluz


Además, mi gran amigo Pedro, doctor en la Universidad Complutense de Madrid, me ha enlazado en su blog de empresa informativa, cosa que me ha sorprendido bastante y bueno es todo un lujo. Su blog es muy recomendable, especialmente para estudiantes porque figuran muchas ofertas de 'curro' para jóvenes periodistas, además de mucha información útil que podréis encontrar relacionado con nuestra profesión...Pedro, un abrazo!

http://empresainformativa.blogspot.com/

Antes de dejar el poema tengo el placer de presentaros un proyecto personal de un amigo mio junto con otros 'colegas'. Aquí os dejo la sección de poemas, donde he tenido la oportunidad de participar. Avanti Carlos!

http://www.sociedaddigital.es/poemas.asp

Tengo los dedos agarrotados.
Apenas puedo escribir
Pero he de hacerlo.
Para ganar dejar anotado algo de este jodido friso
Sin rostros atentos: vuélcate al vaso.
¡Ron con hielo!
Este es un mundo pálido
En el que uno parece esperar eternamente
A que le toque el boleto
Con el golpe de suerte preciso y certero.
Créeme, el amor no es ciego.
Vuelve a pasar por delante suya si la amas.

Bebo duro. Son tiempos de crisis, dicen.
Deben serlo.
En qué momento las personas se apearon
De la rueda y se abandonaron a alquilarse a ratos.
Las personas, las personas…Las personas…
Todavía retumba, vaya.

Yo sigo disfrazándome de joven
Y perdiéndome allá donde me lleven mis pies.
Normalmente escribo camino de casa
Y en cierta ocasión una persona
Sentí que se apiadaba de mí. Se notó congelada.
Un relámpago pareció revolverla por dentro.
Pasó su mano por el cuello y se santigüó.
“No querría estar en tu pellejo chico”,
le advertí grabado en su frente.
Aunque luego desapareció
Y perdió su mirada a lo lejos de la estación
Junto a otras.

Yo pongo el acento.
Tal vez a veces unas pocas palabras bien entendidas.
Para ti, la segunda lectura.
Ya sabes que no me gusta pensar las cosas dos veces.

Se retuerce el viento.
Muerde el frío agrio y desolador.
Hay que echar el cierre al bar.
Levantar los codos de la barra de platino.
Despedirse de los camareros que ya no están,
Dejar los taburetes en su sitio,
Retener la ira, aplacar el miedo…
Ver todavía si quedan los huesos debajo de los hielos.
Y bajar el cartón metálico comesesos.
El cuerpo responde, amamanta otra idea. Y luego otra
Y otra más. Todas peregrinas.
¡Otra copa! ¡La última!

Uno enciende la mirada.
Ya queda menos.
Tira la moneda a un charco,
Creyendo que es un pozo de sueños
Y tal vez de vida.
¡Jodida Fontana de Trevi de pega!

Para entonces, uno se cree poeta, ensayista,
El mejor de todos los escritores.
Y tan sólo está a solas con su voz y su cuerpo.
Ya el alma es río
Y pasa por debajo del mar.
Ya la vida da otra oportunidad a otra persona.
“Tú ya vivistes la tuya, chico”, te dices
Como después de haber escuchado
Muchas gargantas cuerdas
Y otras no tanto,
Y sí algo más alcohólicas.
“Descansa ahora. Es tarde,
Mañana será otro día”.
Te bendigo este papel
Que tan sólo es un trozo de una agenda
Llena de letras borrosas y mojadas por la lluvia.
Que ahora guardo en el bolsillo de atrás de mi pantalón
Y quizá en otro tiempo sea una bonita genialidad.
Adiós.

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