miércoles, 15 de julio de 2009

Algo más que tomar algo prestado


No sé
si alguna vez
lo has
intentado.

Pero cuando
conozcas
el alma
de alguien,
pinta sus ojos.

Me refiero
a ser
escritor
o pintor
o escultor
o a jugar
con las palabras
al decírselas
a una mujer
a la que
uno
acaba
de conocer.

Tengo una
misma sensación
cuando tomo
prestado
algo que está
tirado
como una colilla
u olvidado
por la sociedad,
pero también
tiene su alma.
No su misma
alma, claro.

Cuando acerco
la cámara
a mi ojo
y aprieto
el gatillo
y la forma
sale por
la pequeña
pantalla digital
muchos aspectos
que antes
no entendía
cobran sentido.

Por eso
es una minúscula
magia
que uno
se guarda
para compartir
un día
en silencio
si llega el caso
con otra
persona especial
que a buen seguro
puede ser
una desconocida
esa misma
noche
o tarde.

Aunque digo esto
nunca
he sido
una persona
especialmente
responsable
con las consecuencias
de mis actos.

No hay comentarios: