sábado, 17 de noviembre de 2007

HOMENAJE A LA DUDA


¿Adónde van a parar los besos
que creíamos nuestros
y se escapan de nuestros labios para siempre?

¿Dónde habitarán las miradas
que eran nuestro refugio
cuando nos sentíamos desnudos en este mundo?

¿En que estancia se posarán las caricias
que nos hacían libres
y nos devolvían a la patria
de la niñez más límpida y reconfortante?

¿Dónde pedirá asilo nuestro alma
cuando se haya calmado
nuestro impulso cegador
de seguir a su media mitad huidiza?

Y, lo que es más importante, compañera
¿Cómo vamos a volver a recobrar la vida
de estas manos, estos brazos y piernas, y torso,
vacío y carente de lumbre?


No hay comentarios: