martes, 15 de septiembre de 2009

Aquella canción en la taberna San José que me contaste


De los días, y digo días, en que alguna vez pagamos con poemas a la camarera del bar de San José por un par de copas donde aquellos obreros se bebían la comida y se comían los botellines. Tú ya me entiendes hijo mío...

Una mujer me dijo en una ocasión
"mi novio te romperá los huesos"
-"¡No, señorita, que son de leche
y no vuelven a crecer!", le contesté
Ándate con ojo, perversa, monina,
y mira detrás de tu espalda,
allí donde pusiste el orgullo
como el sombrero de paja
para irte a hacer hípica
a la finca de papá,
sin la Mona Chita, tu madre,
perdón, amén.

1 comentario:

Miguel A. Ortega Lucas dijo...

Jajajajajajaj

Pero qué cabronazo estás hecho. Amén :D