martes, 15 de septiembre de 2009

Pensamiento


A veces paseo
por esta ciudad andamiada
y torturadora
de la noche,
ya cuando parece que todos
se han ido
a alumbrar sus hogares
con su dicha,
y creo que no tengo otra meta
que darme la muerte.

Pensar que es mejor que caiga
una maceta sobre mi vientre
y pensar también
que al menos es verdad
que en esta ciudad
las cornisas de las que caen
tienen vida.

1 comentario:

Miguel A. Ortega Lucas dijo...

Exactísimo, hijoputa. Exactísimo