
Llegará el momento
en el que tenga
que inventariar todo
lo que inventamos.
Decirme que todo se fue,
que todo arraigó lejano:
que se fue balando
y se perdió con el baile
y se perdió con el baile
y con la noche
entre la constelación
de las tres luces hueras.
Los recuerdos se desprenden
como la flor apunto de parir,
como la rosa negra
recogiendo sus propios pétalos.
Caen, nos arrastran, nos limitan,
nunca cesan de reprobrarnos
que allí estuvimos,
que allí estarán ellos,
aunque no estemos presentes,
y algún día nos obligarán
a acudir a su cosecha.
6 comentarios:
magnifico blog,te invito a participar en mi modesto blog de votaciones para valorar otros blog y que tu blog sea mas conocido
http://aquiestatublog.blogspot.com
utilizo los comentarios por ser mas directo,esto no es spam,pues miro los blog de uno en uno,pero si te parece que es spam,por favor acepta mis disculpas
No todos los recuerdos son malos, amigo Javier. De todo hay en la viña del Señor pero, al final, son infinitamente más los agradables que los otros.
Un abrazo;
Félix.
Seguramente algún recuerdo te traiga algunos aires de felicidad.
Todos los tenemos.
Muy triste y bueno tu poema.
Un gusto leerte.
Javier, el caminar por la vida nos deja vivencias y experiencias hermosas y otras dificiles y dolorosas, pero....mejor es guardar en el alma aquello que nos pueda dar felicidad para que podamos ir repartiendo sonrisas.
Tus versos como siemre hermosos poeta, volveré de nuevo
Un abrazo Stella
me flipan las primeras cuatro lineas javi!!
de nuevo felicidades!!
Tarde un poco en pasar, pero heme aquí de nuevo y degustando la cadencia de estos pétalos negros intentando (infructuosamente, verdad?) no-nombrar recuerdos. En estas tus líneas, Javi, flora la belleza. Las imágenes se abren melancólicas y en su siembra ya está latente la cosecha.
Sinceramente sí me gusto; y mucho.
Un beso.
Chandra
Publicar un comentario